Breve recorrido histórico por el paisaje y la ordenación del territorio
El paisaje es construido por distintos factores. Y en esta conformación del paisaje la mano del hombre es fundamental. Esta formación del paisaje que nos rodea ha sido fruto en gran medida de la planificación y ordenación de las actividades que se desarrollan en el territorio que nos rodea. De ahí cobra importancia la planificación de estas actividades en el territorio.
En esta entrada vamos a dar un breve recorrido histórico por el paisaje. Sobre todo, por la historia de la ordenación del territorio. De esta forma pretendemos que nos vayamos haciendo una idea de lo que ha modificado el paisaje las decisiones tomadas en torno a la ordenación de estas actividades.
En la prehistoria.
Para iniciar este recorrido tenemos que remontarnos al Paleolítico. En este periodo, el hombre puso en práctica una rudimentaria gestión territorial al buscar cobijo, o al tratar de estar cerca de las zonas en las que era más sencillo y abundante conseguir el alimento y otras materias primas. Esto implicaba cierto grado de conocimiento del medio y el desarrollo de los recursos y habilidades inherentes a la fabricación de útiles y herramientas.
Más tarde, en el Neolítico se introdujo un gran cambio cultural con la aparición del sedentarismo. Este debido a la agricultura, la ganadería y la cerámica entre otras actividades. Las familias se reúnen en aldeas, en muchos casos con sistemas defensivos. Estas aldeas estaban cercanas a zonas en las que se podía practicar estas actividades. Esto implicaba a su vez el poder asegurarse los pastos, como los materiales para la construcción de viviendas y las actividades complementarias que se crearon.
En la Antigüedad.
Como veis, hablando de sociedades sencillas la ordenación del territorio y con ello la modificación del entorno y el paisaje fue poco a poco más evidente. En los más de tres milenios y medio que dura la denominada Antigüedad, desde el Egipto faraónico a la eclosión del Islam en el siglo VII, estas poblaciones poco a poco se van complicando más. Estas diferencian las zonas de estas ciudades por actividades. Y por lo tanto poniéndose en práctica usos que bien se pueden denominar “planificación u ordenación territorial”.
Ejemplos de esta planificación pueden ser la parcelación del Delta del Nilo o de la baja Mesopotamia para el regadío, la estructura en damero característica del urbanismo grecorromano o la red de calzadas romanas que, teniendo como centro Roma, alcanzaba todos los confines del Imperio en los siglos.
Esta modificación del territorio, de su paisaje, lo podemos ver reflejado en los restos que nos han llegado hasta nuestros días y que han servido para estructurar el territorio durante muchos siglos. Aí lo han hecho es las calzadas romanas.
En la Edad Media.
En la Edad Media, el predominio de lo rural fue lo característico. Las aldeas se estructuraban en torno a la protección de los señores feudales y la accesibilidad a la explotación agrícola. Además surgieron ciudades de nueva planta por repoblación de los antiguos lugares estratégicos, encrucijadas de caminos, antiguas plazas defensivas, vados de los ríos…
De esta época podemos destacar otra de las infraestructuras que nos ha llegado a nuestros días y que ha modificado nuestro paisaje: las vías pecuarias. La ganadería era muy importante en la época y por ello se trató de favorecer con estas vias.
El Renacimiento.
Tras esta época llegó el Renacimiento. En esta época se da un giro de tuerca más en el aprovechamiento y organización del espacio. En los jardines, salimos del jardín huerto de los monasterios medievales, de los claustros, a los jardines, como los que podemos ver en las villas de la Toscana. De esta época es el Jardín de los Reales Alcázares de Sevilla.
Es en esta época en la que se arreglaron las vías de comunicación para favorecer el intercambio comercial. Se priorizan los desplazamientos cortos de una jornada a lo sumo entre la aldea y la ciudad. Había un gran poder municipal así como en los gremios.
La monarquía, tuvo un importante papel en la racionalización del espacio. Este se somete a la geometría dando origen, con el tiempo, a los conjuntos reales (Pardo, Aranjuez, Valsaín, La Zarzuela), en las que los jardines y plantaciones que los rodeaba se diseñaban geométricamente.
El descubrimiento y conquista de América.
En nuestra historia y para la historia de América fue importante el descubrimiento y la posterior conquista en la ordenación del territorio. Este hito puede entenderse como la prolongación en el tiempo de la tradición colonizadora de tierras españolas desde el siglo XII. Su objetivo pretendía resultados meramente prácticos, teniendo facilidad de replanteo, distribución y defensa. Se crearon así el sistema de encomiendas que estimuló la producción agrícola, la ganadería y la minería.
Las ciudades creadas tenían el patrón de damero. Estaba definido por calles rectas que conformaban manzanas iguales que se irán construyendo cuando el adjudicatario lo deseaba. En el centro, se situaban los edificios principales: Iglesia, edificio de gobierno etc. En este caso el contraste entre Campo y ciudad se veía muy atenuado al no haber límites de la ciudad y por la abundancia de espacios no edificados en el interior de esta. Daba así un aspecto más simple que el modelo medieval por la uniformidad de poblamiento. Este sistema, con antecedentes en los campamentos romanos que podemos ver en el surgimiento de ciudades como León, fue copiado posteriormente por franceses e ingleses en siglos posteriores para la colonización de la América septentrional. Además podemos ver esta estructura en la planta en muchas de las actuales ciudades americanas.
La Ilustración.
Ya en tiempos de la ilustración, hubo un hecho destacable: la aparición de los Estados Nacionales. Y por lo tanto la consiguiente complejidad administrativa. Esto hizo que se crease el concepto de capital. Con ello se desequilibra el territorio y se acentúa el contraste entre el campo y la ciudad.
Es la época del barroco y de principios en el urbanismo como la línea recta, la perspectiva y la uniformidad. Es cuando surgen los jardines de Aranjuez, la Granja y fuera de España el de Versalles.
Cabe destacar, en esta época la iniciativa de Carlos III de repoblar zonas inhóspitas de la zona sur (Sierra Morena, Desierto de la Parrilla y Desierto de La Moncloa). Además de innumerables iniciativas urbanas como Nuevo Baztán, e industriales, como la creación de las Reales Fábricas o el Canal de Castilla en distintos lugares del país.
La colonización de Sierra Morena estaba dentro del plan de mejora de los caminos, desarrollo de la agricultura y la puesta en cultivo de tierras baldías. El eje Madrid-Cádiz era la primera ruta comercial basada en el comercio con América. En esta ruta había zonas despobladas que eran escondite de maleantes y bandidos. Por lo tanto era amenaza de viajeros y del transporte de las mercancías. Es por ello que se crearon nuevas localidades como La Carolina, Navas de Tolosa, Guarromán, Mojón Blanco en la provincia de Jaén, La Carlota, Pinedas, Aldea del Rio en Sevilla y Córdoba. Además se plantearon también otros asentamientos en Extremadura como Encinas del Príncipe y Villarreal de San Carlos, o la localidad de San Carlos de la Rápita en Tarragona.
La revolución industrial.
Es a partir del siglo XVIII cuando se inicia la revolución industrial que marcó fuertemente el devenir de la ordenación del territorio. Con esta revolución se incrementa la población y el progreso de la agricultura,la industria y los servicios incrementan la productividad. Además se reclaman más bienes y servicios que permiten un posterior aumento de la población. Este fenómeno se vio además favorecido por el desarrollo de los medios de comunicación: ferrocarril, barcos de vapor, carreteras…
Se conforman ciudades monótonas, de poca calidad. En ellas los barrios de la burguesía liberal marcan la diferencia. Esta revolución se retrasa en España prácticamente hasta la década de los años 60 del siglo XX.
Un hecho importante en España para la conformación del paisaje y de la ordenación del territorio fueron las desamortizaciones. Especialmente la de Mendizábal de 1836 y la de Madoz de 1855. En estas se roturaron grandes extensiones de tierra reduciéndose la cabaña ganadera. En esta época en la que se disuelve la Mesta, y se destruyen ecosistemas naturales. Todo provoca una gran alteración del territorio y los paisajes existentes hasta entonces.
Es con la revolución industrial cuando surgen pensadores como Engels, Marx, Fourier, Ruskin… que critican la deplorable higiene y situación de las ciudades industriales. Y como reacción surge la necesidad de crear jardines para la población de las ciudades.
Siglo XX.
En el siglo XX continúan las iniciativas repobladoras y colonizadoras de los vacíos del interior peninsular siguiendo la estela de los ilustrados del XVIII y de los liberales del XIX. Se realizaron iniciativas colonizadoras en el primer cuarto del siglo: en la dictadura de Primo de Rivera, la II República y en el Franquismo.
Fue en el Franquismo y en la época liberal del siglo XVII donde estas repoblaciones dejaron más huella en el territorio. En esta época las instituciones encargadas de llevar las repoblaciones fue el Instituto Nacional de Colonización. A este le siguió el Instituto para la Reforma y el desarrollo Agrario (IRYDA).
El IRYDA.
El IRYDA fue el organismo encargado de realizar la concentración parcelaria en la mayoría de las provincias españolas. El objetivo de esta colonización era el incrementar la productividad del campo. Asentaba a los campesinos en extensas áreas de secanos mejorados y marismas desecadas. Y sobre todo en los nuevos regadíos realizados mediante la actuación complementaria del Estado y los poseedores de grandes fincas. Se priorizó más lo técnico que lo social en contra de la Reforma agraria de la Segunda república.
La confluencia de la acción de colonización y de programas de industrialización, además de la implantación de infraestructuras fundamentales, posibilitaron la presentación de estas colonizaciones como modelo de desarrollo regional. Es el caso del Plan Badajoz.
La importancia de estas acciones en las tierras han hecho que, por ejemplo, que la zona de las marismas del Guadalquivir han llegado a colocarse entre las zonas de mayor producción de arroz en el mundo.
Servicio de Concentración Parcelaria y Ordenación Rural.
Otro factor importante para el gran desarrollo del campo fue la creación del Servicio de Concentración Parcelaria y Ordenación Rural. Este servicio hizo que se incrementase el tamaño de las parcelas de cultivo y de las explotaciones. Además se construyeron nuevos caminos y se realizaron obras de mejora del medio rural. De esta forma hizo posible la gran mecanización del campo. Esta mecanización junto a la “revolución verde” produjo un gran crecimiento de la producción. Y todo mientras se reducía la población activa agrícola. Población que emigró a las ciudades para satisfacer la demanda de mano de obra de estas.
Este avance de la agricultura debida a la “Revolución Verde” tuvo también su parte negativa. En ella hubo una gran pérdida de biodiversidad. Además se produjo una fuerte simplificación del paisaje rural, sobre todo en la textura en la que se incluía la rectificación de los cursos de agua y el incremento de las parcelas y de los límites rectilíneos. También la construcción de red de vías rurales incrementó la accesibilidad a las zonas rurales tuvo su contrapunto en la penetración frecuente e incontrolada de parcelaciones urbanísticas en suelo rústico.
El desarrollismo.
El desarrollismo, entre 1960 y 1974, produce un gran éxodo de población del campo a la ciudad, sobre todo en el espacio rural profundo. Las ciudades crecieroen hasta la congestión. Como consecuencia son ahora, las ciudades, las necesitadas de urgente planificación. Su acelerado crecimiento supera la escasa o inexistente planificación previa. Para tratar de paliar esta situación, en 1961 el gobierno redacta el Plan General de Ordenación del Área Metropolitana de Madrid. Esta era una de las zonas más afectadas por esta emigración a las ciudades. Este Plan de Ordenación fue aprobado en 1963.
Entrada en la Unión Europea.
Por último, el ingreso de España en la Unión Europea en 1986, supuso la paulatina adaptación de la legislación y normativas españolas a las disposiciones europeas en el campo de la ordenación territorial y la política agraria común. En este sentido, en mayo de 1999 surgió la Estrategia Territorial Europea (ETE). Adoptada en Postdam (Alemania), en su preámbulo se menciona que esta estrategia surge para un desarrollo equilibrado y sostenible del territorio de la UE.
Posteriormente en el 2000 se crea el Convenio europeo del Paisaje, refrendado por España en el 2008. Este convenio marca las pautas de protección del paisaje.
Como veis, las decisiones políticas y socioeconómicas han marcado y marcarán el devenir de nuestros paisajes. Hoy en día se hace más patente las diferencias de estos paisajes. En gran medida por la facilidad que nos ofrece Internet y herramientas como Google Earth de conocer las modificaciones que se realizan en distintos lugares del mundo. Una simple visualización por esta herramienta podemos ver las características del territorio que han conformado las actividades humanas en él. Es el caso de la imagen que encabeza este artículo de explotaciones agrícolas con riego mediante pivots en Kansas (Estados Unidos) o de las explotaciones arroceras del Guadalquivir que publicamos en este artículo.