Clematis spp.
Hoy escribimos sobre unas plantas usadas sobre todo por su floración, variada tanto en forma como en colores. Hablamos del género Clematis.
Este género pertenece a la familia Ranunculaceae, su origen se sitúa en Europa, Asia y América. Su nombre lo recibe del vocablo griego “klema”, cuyo significado es rama trepadora, por la capacidad de trepar que tiene.
El género Clematis engloba cerca de 280 especies de plantas, entre trepadoras y herbáceas de tallo leñoso. A las numerosas especies se han añadido otras muchas variedades obtenidas mediante hibridaciones y cruces.
Características botánicas.
En su mayoría plantas trepadoras caducifolias o perennifolias, con flores de colores variados. Se pueden dividir en tres grupos: las especies de floración temprana, las de floración intermedia y las de floración tardía que describimos más adelante.
Tiene hojas opuestas, ternadas, pinnatisectas o, a veces, enteras, sin estipulas. Sus flores son actinomorfas, hermafroditas o unisexuales, solitarias o dispuestas en grupos axilares o terminales. De pétalos ausentes, perianto generalmente constituido por 4-8 sépalos petaloideos. Androceo constituido por numerosos estambres; gineceo formado por numerosos carpelos libres.
El fruto es poliaquenio, donde cada unidad se encuentra prolongada por un largo estilo peloso persistente.
Dependiendo de su floración hay 3 tipos:
De floración temprana.
Son plantas muy apreciadas por su espectacular aspecto durante la primavera y principios de verano. Son trepadoras de hoja caduca, con las hojas divididas y verdosas. Sus primeras flores son acampanadas, las más tardías son aplanadas. Algunos ejemplos: Clematis montana (“Helsingborg”, “Rubens” o “Tretarose”) y C. alpina (“Odorata”, “Aquarius” o “Pamela Jackman”),
De Floración intermedia.
Estas Clematis en su mayoría son híbridas. Son sarmentosas de hoja caduca y están recubiertas con una enorme cantidad de flores durante todos los meses estivales. Estas son en forma de platillo y se presentan en una enorme variedad de formas y colores.
Las hojas son verdosas y están divididas en varios foliolos.
Algunos cultivares son: Clematis “Nelly morser”, C. ”The president”, C. “Vyvyan Penell”, C. “Bees’ jubilee”, C. “Henryi”, C. “”Royalty”, C. “Doctor Ruppel”, C. “Elsa späth”, C. ”Fireworks” o C. “Gilian”.
De floración tardía
Muchas las clemátides hibridas de flor grande florecen entre mediados y finales de verano. Mientras que para los tipos de C. viticella comprende también la época de principios de verano y se suelen caracterizar por poseer unas flores más pequeñas pero mucho más abundantes. Pueden ser de hoja caduca o perenne, con una enorme variedad de formas y colores tanto de las flores como de las hojas.
De este tipo son, de flor grande: Clematis “Bill Mackenzie”, C. “Duchess of albany”, C. “Perle d’azur”, C. “Henryi”, C. “ minuet” o C. “jackmanii”. En cuanto a flor pequeña están C. viticella ”purpurea plena elegans” y C.rebderiana.
Valor ornamental.
Las Clematis son muy apreciadas por su floración abundante y prolongada. Resultan muy atractivas cuando se hacen crecer en recubrimientos de muros, pérgolas, vallas o bien en asociación con otras trepadoras, árboles o arbustos, a los que utiliza como tutores.
La combinación con arbustos de hoja caduca produce un contraste llamativo cuando florecen antes de que éstos comiencen a brotar. Los cultivares de menor vigor pueden utilizarse también como tapizantes, en un conjunto en el que sus flores resaltarán magníficamente.
Algunas especies también presentan frutos en forma de esferas vaporosas de gran valor ornamental.
Ecología.
Requiere suelos frescos, ligeros, ricos en materia orgánica, profundos, bien drenados y pobres en carbonato cálcico. En general, no soportan exposiciones a pleno sol intenso, aunque necesitan una situación luminosa o, al menos, parcialmente sombreada. Es importante que las raíces y la base de la planta queden a la sombra. Resiste bien los cambios de temperatura y el frío. En caso de periodos estacionales secos, requiere riegos abundantes.
Como veis unas plantas muy diversas que merecen la pena tener en el jardín.