El parque HighLine de Nueva York, está construido donde se encontraba la High Line, o línea elevada de ferrocarril.

Línea abandonada y recuperada por los vecinos.

Esta línea fue construida en 1930 para sacar de las calles de Manhattan el tráfico de trenes de mercancías y así evitar accidentes. Esta via se encontraba abandonada desde 1980. Tanto que se encontraba a punto de ser demolida cuando en 1999 se fundó Friends of the High Line. EL objetivo de esta asociación fue la de intentar salvar el espacio y decidir qué hacer con él.
Gracias al trabajo de la asociación, en 2003 se convocó un concurso de ideas. Hubo 720 propuestas que se pueden ver en la web. Finalmente el proyecto se adjudicó al equipo de arquitectos James Corner Field Operations & Diller Scofidio + Renfro.

10 años de olanificación y obstáculos.

Pasaron 10 años de planificación y construcción, y las reticencias iniciales de muchos vecinos propietarios de negocios que apoyaban su demolición antes de inaugurarse. Fueen junio del 2009 cuando finalmente se inauguró la primera fase. Los 2.5 kilómetros que van desde la calle Gansevoort hasta la Calle 20.
Recientemente se ha inaugurado la segunda fase, entre las calles 20 y 30. Y se ha planificado una tercera fase que hará que llegue al barrio de Hell’s Kitchen. A la zona conocida como Rail Yards.

Tercera y última fase.

Esta última fase tiene el obstáculo que los terrenos no pertenecen a la ciudad, como sucedía en los terrenos de las dos primeras fases. Estos terrenos son privados.
De hecho, sobre estos terrenos hay la intención de construir una zona residencial y comercial. Según los propietario esta construcción respetará las antiguas vías.SI bien se demolería una parte de las mismas sobre la Avenida 10. Ante esta amenaza, los Amigos de la High Line están haciendo campaña para conseguir que las vías se mantengan íntegras. Es una zona que además que tiene las vistas más impresionantes sobre el río Hudson, el Empire State y los demás edificios del Midtown.

El parque recorre el lado oeste de la isla de Manhattan a nueve metros de altura. Y es el jardín de moda de la Gran Manzana. Está dividido en tres secciones. Y posee más de más de una docena de puntos de acceso a lo largo de su recorrido por sobre la ciudad.

La inauguración del primer tramo en 2009 ha traído consigo un enorme florecimiento económico en los tres barrios que atraviesa: Meatpacking, Chelsea y Midtown. Y se ha convertido en una de las zonas verdes más visitadas de la ciudad.

Reutilización.

El concepto del parque se basa en la reutilización de espacios. Sigue así la tradición de no destruir nada que pueda servir en el futuro. En el caso de la High Line, el equipo de arquitectos se inspiró en la belleza melancólica y sin reglas de la abandonada High Line. Donde la naturaleza renacía entre los agujeros de una zona postindustrial. Es lo que han bautizado como “agri-tectura”, que no es otra cosa que integrar el espacio natural en la obra del hombre.

En la práctica, eso supone la combinación de senderos de cemento con plataformas de madera y un entorno de vegetación natural. Todo ello manteniendo los railes en su ubicación original. Así, puede verse gente leyendo, dibujando, escribiendo y pintando, sentados sobre los bancos de madera que parecen crecer directamente de las vías. O bien tomando el sol, comiendo y paseando sobre placas de cemento estrechas y alargadas que en los extremos se abren, se levantan y separan como rieles en cuyos recovecos y entresijos crecen las plantas a imitación de la vegetación salvaje que intenta recuperar su espacio perdido.

Jardinería de Piet Oudolf.

Para la jardinería, diseñada por Piet Oudolf, se eligieron 210 especies, traídas de viveros ubicados a lo largo de toda la Costa Este. Se seleccionaron por su sostenibilidad, aguante, belleza, textura y colorido. Muchas son las que crecían naturalmente en los rieles: el Koelreuteria paniculata (jabonero de China o árbol de los farolillos), por ejemplo, fue el primer árbol que se eligió en Long Island para las entradas del parque. Los ejemplares se plantaron muy jóvenes para que se fueran aclimatando a las nuevas condiciones. También se encuentra la sasafráso el Chaenomeles speciosa (membrillero japonés), Amelanchier laevis, Cornus sanguinea , Cotinus coggygria (árbol de las pelucas), Ilex verticillata y Quercus macrocarpa.

Se han incorporado plantas que den colorido con sus flores. Así también se han elegido especies como Viburnum bodnantense, Crocus tomasinianus , o la Hamamelis intermedia.

Mobiliario.

Todo el mobiliario del parque es obra de la diseñadora y paisajista Lisa Switkin. La madera de ipe brasileña usada para las bancas y el anfiteatro fue elegida por su longevidad, y traída de un bosque certificado por el Forest Stewardship Council. Lo que asegura una correcta utilización de los recursos naturales.

En la segunda fase, que duplica el recorrido inicial del HighLine, se ofrecerán numerosas actividades culturales. En esta parte se tiene pensado instalación de esculturas y otras obras de arte e instalaciones, así como la realización de exposiciones y espectáculos.

El High Line Park fue pensado para los vecinos del barrio y neoyorquinos en general, y parte de su éxito ha sido precisamente la conexión con lo que el ciudadano buscaba, sin duda un ejemplo a seguir.

Para saber más:

*Web del parque: http://www.thehighline.org/